De cazador a conservacionista
Nadie conoce más la montaña como un cazador. De eso puede dar fe, Rosalino Ortiz Fernández, agricultor, habitante de la vereda pensil, en el corregimiento de Bruselas Pitalito, en el sur del Huila, para quien durante su juventud, la cacería era una opción, pero además era una costumbre en su comunidad, que lo llenó de conocimientos.
Los años, los programas
ambientales y la misma riqueza de la región, permitieron que Roso reflexionará
y decidiera utilizar estos conocimientos propios del territorio, para su
conservación, para educar a la gente y para hacer guianza turística.
Rosalino, cree que el desconocimiento de los servicios ambientales y la importancia de ellos, hace que prácticas como estas de la cacería se mantengan en una persona o comunidad.
Rosalino Ortiz, se convirtió
en guía turístico, tecnólogo en recursos naturales y está a punto de terminar
la carrera de ingeniería ambiental, dentro de una estrategia denominada líderes
ambientales, trabaja en su tesis para conservar el gorrión sanjuanero o
atlapetes fuscoolivaceo, un ave endémica del Huila. Tiene claro que sus
acciones como cazador, que abandonó tempranamente, le ayudaron a identificar el
territorio, reconocer sonidos, huellas y lugares.
La experiencia de Rosalino Ortiz, es un ejemplo para otros cazadores, se puede cambiar, hay oportunidad y nuevos escenarios para poner en práctica los conocimientos a favor de la naturaleza.
Por más historias como estas,
Rosalino, recalca que si es posible. El ahora trabaja en un grupo ambiental de la
zona, el cual presidió varios años, la Corporación Mashiramo y gracias a sus conocimientos también labora con
una entidad ambiental regional.
Escuche la historia completa aquí:
* Está historia fue realizada en alianza con la Fundación para la conservación y el Desarrollo Sostenible FCDS, la Embajada de Noruega y el proyecto Unidos por los Bosques.
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